El técnico tuvo que reinventar su plan tras la expulsión de Raúl Asencio para que los blancos ganasen su primer partido en el Mundial de Clubes FIFA 2025.
El Real Madrid CF empezaba el partido contra CF Pachuca con la necesidad imperiosa de ganar. Una derrota, incluso un empate, ponía en riesgo la clasificación a octavos de final del Mundial de Clubes FIFA 2025 después de empatar contra el Al Hilal la primera jornada de la fase de grupos. Los mexicanos no lo pusieron fácil generando problemas desde el inicio, con balones largos a un Salomón Rondón incontrolable, contra el que sufrían los centrales blancos.
Especialmente un Raúl Asencio que, en una acción a su espalda en el minuto 7, cometía falta sobre el venezolano, que se iba sólo contra Courtois. El árbitro del encuentro, Ramón Abbati, señaló la infracción y le mostró la tarjeta roja al canario. El plan de Xabi Alonso saltaba por los aires y el Madrid entraba en situación de emergencia. No sólo jugaba con uno menos desde los primeros minutos, sino que necesitaba una victoria para no meterse en un problema.
Pachuca aprovechaba la situación y empujaba. Comandados por Rondón, gozaron de varias ocasiones de peligro. Sin embargo, los jugadores del Real Madrid se organizaron mejor con unos menos y empezaron a controlar el ritmo del partido. La mejora definitiva se notó en el ecuador de la primera parte, cuando Alonso aprovechaba la pausa de hidratación para hacer un cambio táctico que decantó la balanza en favor de los blancos.
Empezó el partido con una presión adelantada. El equipo se plantaba con un 4-1-3-2 que, en un primer momento, no fue del todo efectivo. Cuando se quedó con uno menos, Xabi decidió apostar por un 4-4-1, retrasando la posición de su equipo y manteniendo las líneas muy juntas. En ataque, Vinicius y Gonzalo se abrían para darle espacio a los centrocampistas, que han sido los autores de los goles. Un reajuste de la formación que dio resultados prácticamente inmediatos.
Con ese cambio, el equipo se reencontró con su potencial. Güller quedó flotando, casi como un jugador libre, entre la línea de mediocampistas (“Quiero que esté en contacto con el balón”, había dicho el entrenador, cuestión que se notó aún más cuando el equipo empezó a jugar con diez), con Vini más conectado al juego y Gonzalo García inteligente en las descargas a espaldas a la portería.
En el 35 Jude Bellingham y en el 43 Arda Güler marcaron los dos primeros goles. Culminaron buenas jugadas colectivas y confirmaron que el Real Madrid estaba superando a Pachuca en el juego. En la segunda mantuvieron el control de la pelota, aunque los Tuzos trataban de darle la vuelta con mucha garra. El tercer tanto merengue, de Fede Valverde en el 70’ dejó prácticamente sentenciado el encuentro, aunque Montiel recortó distancias con algo de fortuna.
“Sí hemos hablado que después de la expulsión se juntaran y que cada vez que sobrepasásemos (la presión rival) los centrocampistas podían incorporarse. No es algo que hemos hecho durante la semana sino que lo hemos hablado durante el cooling break. Darle un poco de amplitud por fuera con Vinicius y Gonzalo en última línea y que los centrocampistas pudieran llegar. Luego las definiciones han sido fantásticas, la de Jude y la de Arda y nos ha dado en un contexto complicado”, confirmó el técnico en rueda de prensa.
Bellingham fue otra de las piezas que impuso a partir de su jerarquía, en una posición intermedia, menos arriba que en la era Ancelotti. “Tiene la capacidad de abarcar mucho campo, pero tiene que partir desde la posición correcta y creo que tiene alma de centrocampista”, había dicho Alonso en la semana.
Tanto el inglés como los otros centrocampistas de la plantilla van a asumir mucha responsabilidad en esta nueva etapa, como ya le sucedió a los jugadores de Xabi en el Bayer Leverkusen. No sólo Bellingham, Valverde o Güler, también se espera a Camavinga y a un Mastantuono que, se espera, sume desde el primer día a pesar de llegar con sólo 18 años a la disciplina del Real Madrid.
Se trata del primer triunfo de la era Xabi Alonso en el Real Madrid. El equipo merengue cerrará el Grupo H ante Salzburgo, con el objetivo de ganar para quedarse con el primer lugar de la zona y soñar de cara a los octavos de final. Lleva apenas un puñado de entrenamientos y le queda mucho trabajo por hacer, pero se empiezan a ver detalles de lo que quiere de sus pupilos, además de demostrar que puede llegar a influir en los partidos desde el banquillo como hizo muchas veces en el Bayer Leverkusen y quiere repetir en su nuevo club.
Con información de la Oficina de Comunicaciones de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025