En Palmaseca, azucareros y albos igualaron 1-1 por la fecha 20. Ninguno clasificó a los cuadrangulares y el Cali profundiza su crisis deportiva.
Deportivo Cali y Once Caldas bajaron el telón de su participación en la Liga BetPlay II-2025 con un empate 1-1 en Palmaseca, un resultado que refleja el presente de ambos: insuficiente, irregular y muy lejos del protagonismo. Los vallecaucanos, eliminados desde hace varias jornadas, volvieron a exhibir sus grietas futbolísticas; los caldenses, que llegaban con una mínima esperanza de clasificar, también quedaron por fuera y cerraron otro semestre discreto.
Un duelo sin brillo y con poco en juego
El primer tiempo fue un reflejo del semestre verdiblanco: escaso en ideas, bajo ritmo e incapacidad para imponerse en casa. Ninguno de los equipos logró generar peligro real y las aproximaciones fueron más intentos aislados que fútbol construido.
La emoción llegó en el complemento. A los 51 minutos, Felipe Aguilar aprovechó un centro preciso y, con un cabezazo potente, anticipó al portero visitante para poner el 1-0. Un gol que, más que esperanza, pareció una pulsación aislada en un equipo que nunca logró sostener ventajas a lo largo del torneo.
Once Caldas, resignado pero no entregado, encontró el empate tras un rebote del arquero Rodríguez. La pelota quedó viva en el área y Luis Sánchez, con zurda fina, selló el 1-1 definitivo en Palmaseca.
Once Caldas cerró su campaña en el puesto 11 con 27 puntos, insuficientes para clasificar pero coherentes con su irregularidad. Deportivo Cali, por su parte, terminó 14 con apenas 21 unidades, eliminado desde hace semanas y exhibiendo un declive que ya no es coyuntural: es estructural.
Análisis: el Cali, un gigante desdibujado
El empate, aunque decoroso, no maquilla una realidad preocupante: el Deportivo Cali vive uno de los ciclos más oscuros de su historia reciente. El semestre estuvo marcado por:
• Desbalance en todas las líneas: ni solidez defensiva ni claridad en la mitad ni potencia arriba.
• Falta de continuidad en el juego: tramos aislados de buen rendimiento, pero sin capacidad de sostener resultados.
• Plantel corto y limitado para competir a la altura del nombre y la historia.
• Presión institucional: problemas dirigenciales, incertidumbre económica y un ambiente que se trasladó al campo.
El trabajo de Alberto Gamero mostró chispazos de orden y valentía, pero los problemas estructurales del club, más que los estratégicos, terminaron condicionando cualquier intención. Para el Cali, el cierre del semestre no es un punto final, sino un llamado urgente a recomponer proyecto, liderazgo y plantel.
Palmaseca despidió la temporada con un empate que sabe a poco, pero que, en el fondo, resume perfectamente lo que fue el año verdiblanco: mucho esfuerzo, poca recompensa y una crisis que exige decisiones profundas.
Foto: @deportivocalioficial
